Sampurete nació en las entrañas de la selva profunda donde el hambre creciente, la desocupación permanente, la de-forestación planificada, la desesperada pobreza y el analfabetismo decadente hacen estragos en un pueblo devastado por la ineptitud, el desparpajo y la desfachatez de unos pocos sinvergüenzas con corbata que manejan a su antojo un feudo que, sin embargo, posee una naturaleza aún maravillosa; nacimos en las entrañas de la esperanza con la convicción de que el arte si no sirve para mejorar la condición humana es un arte estéril y vacío en contenido.Sampurete instauró un modo colaborativo de composición permanente y en eso basó uno de sus ejes de creatividad; la pulverización de los egos líricos, rítmicos y melódicos fue decisiva para que hoy tengamos solidas raíces; porque, para nosotros, la esencia de la música es su capacidad para unir a los seres humanos.No somos la banda que todos escuchan; somos la banda que escucha a todos. Y, como dijo el gran poeta argentino Atahualpa Yupanqui: "La canción que es valiente es canción para siempre"